Fondo Monetario
Europeo
Alemania
quiere crear un Fondo Monetario Europeo. ¡Oh,
paradoja!, cuando la mayoría de los países subdesarrollados se han librado de
la tiranía del Fondo Monetario Internacional (FMI), he aquí que, gracias a
El
FMI se creó tras
Keynes,
por el contrario, opinaba –con razón– que en los
desequilibrios externos siempre existen dos culpables. La responsabilidad es
compartida. Si unos países tienen déficit es porque otros tienen superávit y
viceversa, y por tanto los ajustes también deben repartirse. Por otra parte,
consideraba que los préstamos del Fondo no deberían ser discrecionales ni estar
subordinados a ninguna condición, sino concederse de forma automática; de lo
contrario, temía que el Fondo se convirtiese en un instrumento de dominación
política. Y así sucedió incluso cuando, después de 1971, ya había desaparecido
el Sistema Monetario Internacional al abolir Nixon la convertibilidad del dólar
en oro.
Bajo
los auspicios del Consenso de Washington –especie de acerbo común creado por
las elites del Fondo, de
Hoy,
Alemania quiere imitar el modelo y, por supuesto, no bajo los planteamientos de
Keynes sino de los de White, haciendo recaer los ajustes sobre los países
deficitarios, sin aceptar que su superávit exterior, fruto de una política
excesivamente restrictiva, es también en buena medida causa de los
desequilibrios. Gracias a
Alemania
sólo atiende a sus conveniencias a corto plazo e intenta imponer al resto de
los países una política despótica que éstos difícilmente van a poder soportar,
de manera que la estrategia puede volverse contra ella matando a la gallina de
los huevos de oro,