Las
tarifas eléctricas
El Gobierno lo viene anunciando desde hace
algunos días: el precio de la electricidad va a subir. Tanto el ministro de
Economía como el de Industria están preparando el camino. Este último ha
manifestado que la desaparición de las tarifas eléctricas reguladas será
dolorosa. Es decir, que, como siempre y en contra de lo que predican, la
desregulación se va a traducir en aumento de precios. Viva la competencia y el
mercado libre. En determinados sectores, la libertad de mercado es tan solo una
utopía. A medida que se retiran los poderes públicos, van ocupando puestos las
grandes empresas, que terminan por controlar y manejar a sus anchas el mercado.
En estos sectores cautivos la libertad de precios solo puede significar una
cosa, mayor beneficio para los empresarios y recibos más elevados para los
consumidores.
Que la factura eléctrica iba a subir era
evidente, de algún sitio tenían que salir los miles de millones manejados en
esa borrachera de revaloraciones bursátiles que está sacudiendo a las
eléctricas. Si alguien está dispuesto a pagar hoy por algo el doble de lo que
valía ayer es porque piensa que su inversión va a ser compensada por los
beneficios de mañana, y esos beneficios tan solo pueden salir de la factura de
Es difícil que el ministro de Industria o el
de Economía puedan justificar la subida del precio de la electricidad, por
mucho que quieran recurrir a la cotización de los mercados internacionales.
Ciertamente, la factura eléctrica es uno de los capítulos más esotéricos, ya
que está vedada su comprensión a la mayoría de los mortales. Pero lo que sí
resulta entendible para el común de confesores es que, mientras las empresas
eléctricas estén dando los enormes beneficios que declaran y mientras todo el
mundo se pelee por adquirirlas, no puede justificarse la subida de precios. Quién
nos iba a decir, aunque era fácil de adivinar, que íbamos a ser todos nosotros,
los consumidores, los que terminásemos pagando la guerra de las OPA y los
compromisos o deudas del Gobierno, más concretamente del anterior ministro de
Industria, con
El actual ministro de Industria, que
pertenece a la misma saga que el anterior -por lo visto ahora
se heredan los ministerios-,
se ha enfadado mucho con el Tribunal Supremo porque ha anulado el Decreto que
trasladaba
Una consigna recorre el PSOE. Hay que poner
el acento en los enormes logros sociales del Gobierno y hacer que la sociedad
olvide su política territorial. Me temo que no les va a resultar demasiado
fácil, entre otras razones porque, como demuestra ahora el incremento del
precio de la electricidad, una cosa lleva a
Se olvida con frecuencia que la distribución
es anterior a la redistribución. Ésta tan solo puede modificar levemente