Limpiar
la basura de Irak
Más fuerte, sí; más
claro, imposible. “Para compartir las cargas habría que compartir también las
decisiones y la responsabilidad”. De esta forma se expresaba Kofi Annan ante la
pretensión de EEUU y Gran Bretaña de que la ONU se implique de forma más activa
y que otros muchos países envíen tropas a Irak. ¿Dónde quedan ahora la altivez
y la displicencia con que los americanos trataron al Consejo de Seguridad en
los días previos a la invasión? ¿Qué se ha hecho de la soberbia y prepotencia
con que se anunció la paz?
Hasta los más duros
del Pentágono empiezan a comprender que se las prometían muy felices en esta
guerra. Ocupar un país resulta bastante más complicado que invadirlo. Y lo de
ejército de liberación sólo se lo creían ellos. Imaginaban que iban a obtener
de forma rápida pingües beneficios y se encuentran con que tienen que financiar
el despliegue de un ejército de ciento veinte mil soldados, que, por otra
parte, no sirve siquiera para mantener el orden y la seguridad en el país.
Hasta la explotación del petróleo está en el alero, amenazada por los actos de
sabotaje realizados por la resistencia.
Americanos y británicos recurren a un
mecanismo muy extendido en el ámbito de la política económica liberal:
socialización de pérdidas; en este caso, internacionalización. Pretenden que el
desaguisado lo costeen todos los países, que otros reconstruyan lo que ellos
han destruido. No deja de tener su aquél que se convoque en Madrid para el
próximo mes una conferencia de donantes. Los EEUU tienen solera en tales
procedimientos. En la anterior guerra del Golfo se las ingeniaron para
trasladar las cargas a los países europeos. De esta forma, las contiendas se
convierten en un próspero negocio para ellos. Negocio de exportación de
armamento. Dan salida a los productos de su industria bélica.
Hay
que convenir en que la respuesta del Secretario General de la ONU ha sido de lo
más prudente. Para compartir las cargas hay que compartir las decisiones y la
responsabilidad. Lo malo es que las decisiones tomadas y causantes del
estropicio son ya intransferibles y fueron adoptadas exclusivamente por los
tres de las Azores. Kofi Annan ha supuesto que la ONU, es decir, el resto de
naciones, está dispuesta a limpiar la mierda que la coalición ha esparcido.
Sólo exige una condición, que antes suelten el hueso. Pero ni eso quieren
aceptar. El hueso, hoy por hoy, no da sustancia y además está duro, pero quién
sabe en el futuro. “Una fuerza militar necesita de un liderazgo claro y eso es
lo que aportamos nosotros”, afirmó Powell; pero, ¿con qué derecho se proclaman
líderes mundiales? Debe de ser con el mismo que se designaron salvadores de los
iraquíes.