De ONG y Fundaciones
El
pacto del Gobierno con
Algo parecido ocurre con las aportaciones
que por este procedimiento se destinan a las ONG, no son aportaciones
individuales de los contribuyentes que marcan con una cruz la respectiva casilla
-la
cantidad que deben abonar por el IRPF es idéntica que si no lo hiciesen-,
sino llanamente una subvención de
En esta sociedad, cada vez más compleja y enmarañada económicamente, las ONG se mueven en una enorme contradicción. Si carecen de recursos, están condenadas a la inoperancia e incluso al silencio. Si no tienen medios económicos no cuentan; pero esos recursos sólo pueden provenir en magnitudes significativas o del poder económico o del Estado, que pretenderán condicionarlas y mantenerlas en las coordenadas de la sociedad establecida. Las ayudas públicas deberían moverse dentro de la mayor objetividad y para ello se precisa de procedimientos reglados. A ese fin van encaminadas leyes como la reciente de subvenciones que pretende evitar cualquier discrecionalidad o arbitrariedad en la concesión de subvenciones; pero como quien hace la ley hace la trampa, trampa es el mecanismo de ayudas vía IRPF que, como se ha afirmado, queda fuera del presupuesto y por lo mismo carente de las garantías referidas.
El poder, también el económico, pretende domesticar todas las organizaciones ya sean sociales o culturales. Tan sólo esa razón puede explicar la existencia de fundaciones con fines en teoría altruistas en sociedades y corporaciones netamente capitalistas. No hay banco que se precie que no tenga su fundación. En principio, deberíamos extrañarnos y considerarlo una contradicción. Cabría aplicar esa coplilla popular que reza: "el señor don Juan de Robres con caridad sin igual hizo hacer este hospital y primero hizo a los pobres". El objetivo de una multinacional o gran empresa es engordar su cuenta de resultados y no hacer caridades. Las caridades, en todo caso, quedan para las personas físicas.
El misterio se aclara en cuanto consideramos que en esos grandes monstruos empresariales la gestión se encuentra separada del capital, y que la primera finalidad de los administradores es incrementar su poder, y un buen instrumento para conseguirlo es conceder dádivas y prebendas. Las fundaciones sirven para incrementar el poder de los grandes ejecutivos sobre parcelas muy amplias de la sociedad y condicionar la cultura y el pensamiento. Además, las donaciones a las fundaciones son deducibles del impuesto de sociedades con lo que en buena medida corren a cargo del presupuesto del Estado.
Hablando de fundaciones y paradojas, nada más
contradictorio que el propio concepto de fundación pública. La forma jurídica
de fundación tiene su encuadre en el sector privado. En un campo en el que la
mayoría de las personas jurídicas tienen por objeto obtener beneficios, se
precisa una figura jurídica carente de fines de lucro y cuyo patrimonio se
pudiese dedicar a finalidades concretas, según la voluntad de los patronos.
Pero ¿cuál es su razón de ser en
Esta forma jurídica estaba totalmente
ausente del sector público y ha sido introducida muy recientemente, a
principios de los noventa, en algunas Comunidades Autónomas para asumir
competencias en materia de asistencia sanitaria. De ese modo, determinados
hospitales públicos se convertían en fundaciones permitiéndose en su gestión
la mayor discrecionalidad. Adquieren existencia legal en 1997 con