El
precio del petróleo
Las elevadas cotas
que está alcanzando el precio del petróleo revolotean como pájaro de mal agüero
sobre el futuro de la economía mundial, y más concretamente sobre
En primer lugar, hay que analizar los
factores que subyacen tras el origen del fenómeno. Los analistas se esfuerzan
por ofrecer una lista exhaustiva. El incremento de la demanda, originado por el
consumo en China, en la India, y en EEUU; los problemas judiciales de la
primera productora rusa; la inestabilidad política en Venezuela y, por
supuesto, la contienda de Irak y sus implicaciones en el resto del Oriente
Medio a través sobre todo de la amenaza terrorista. Es sin duda este último
factor el que está influyendo de manera decisiva.
En contra de lo que pretende Rajoy, no es
ningún chiste sino una realidad que el desaguisado de Irak es el primer
causante de la situación y que sin él las otras variables estarían
repercutiendo de forma muy distinta. Y es precisamente por ello por lo que hay
que admitir que en la demanda actual existe un componente adicional y
especulativo, originado por las incertidumbres y las expectativas negativas. No
resulta fácil decir qué proporción del precio puede deberse a este factor,
algunos analistas estiman que supera los diez dólares. En el futuro todo
dependerá de cómo evolucione la prima de riesgo geopolítico y, por lo tanto, de
que se pinche o no la burbuja especulativa.
En cualquier caso, frente a cierto alarmismo
se puede afirmar que para comparar la situación actual con otras crisis hay que
tener en cuenta la inflación, es decir, hacer el cálculo en términos reales, no
nominales, de tal manera que el precio del crudo tendría que llegar
aproximadamente a los cien dólares actuales para que el impacto fuese
equiparable al de la década de los setenta.
Concretamente en Europa y en España hay que
considerar otro factor muy relevante, la cotización que el euro mantiene frente
al dólar y la evolución sufrida por este tipo de cambio en los últimos tiempos.
En noviembre de 2000 el crudo se cotizaba a unos 30 dólares, pero para comprar
un dólar se necesitaban 1,16 euros; mientras que ahora se precisan tan sólo
0,82 euros. Si hacemos cuentas, comprobaremos que el precio del petróleo en
euros es en los momentos actuales más reducido que en aquella fecha.
Gran parte del problema estriba en el
comportamiento de las compañías petroleras. A río revuelto, ganancia de
pescadores; y me temo que en este caso los pescadores están dispuestos a
ponerse las botas. Los precios de los carburantes tienen un claro componente
asimétrico. Cuando los precios del petróleo suben o el dólar se aprecia, el
efecto se transmite rápidamente al precio de los carburantes. Pero la
repercusión tarda en producirse o no llega nunca si el fenómeno es el
contrario. Durante el primer semestre de este año todas las compañías
petrolíferas, excepto Repsol YPF penalizada por el aumento de impuestos en
Argentina, han obtenido fuertes incrementos de beneficios. Resultado lógico de
una situación de oligopolio. El Gobierno tiene en gran medida