Acoso al euro
El euro lleva una temporada
marcando mínimos frente al dólar, lo que no tiene por qué ser malo, más bien
puede resultar positivo para la mayoría de los países de la Eurozona que, con
la excepción de Alemania y Holanda, presentan déficits en sus balanzas de pagos
y precisan ganar competitividad. Pero que sea bueno no quiere decir que sea
razonable y que se acomode al comportamiento que cabría esperar. En conjunto,
la balanza de pagos de la zona euro está equilibrada, todo lo contrario a
Pero entonces ¿cuál es la razón de
la depreciación del euro? Hay demasiada gente convencida de que
Es posible que en esta ocasión los
mercados sean más racionales de lo que creemos al juzgar que la UM es
insostenible. No se puede, desde luego, minimizar el coste que una ruptura
supondría para todos los países miembros, en especial para los que están
profundamente endeudados. Ahora bien, si la integración no avanza, si los
gobiernos y los Estados, tal como ya se está viendo, van a ser incapaces de
ponerse de acuerdo en lo más mínimo en cuanto al control de los capitales y de
los mercados, si no se van a generar los instrumentos imprescindibles para
compensar los desequilibrios que la pertenencia a la UM ocasiona entre los
miembros, la desaparición del euro, antes o después, parece cantada; y de
desaparecer, mejor antes que después. Si hay que operar al enfermo es
preferible hacerlo enseguida y que no tenga que ingresar en el quirófano
debilitado y moribundo.