El
ajuste argentino
En estos días de escasas alegrías
bursátiles, los mercados de valores españoles tuvieron su jornada de gloria
nada más conocerse que el Senado argentino había aprobado la ley de déficit
cero. Cosas de la globalización. Las ganancias de las bolsas en España están en
relación directa con el empobrecimiento de los salarios y las pensiones en
Argentina. Globalización inversa habría que llamarla. En realidad, todas las
globalizaciones han sido inversas. Unos ganan y otros pierden. Y los que
pierden, pierden porque otros ganan. Los imperios han sido imperios gracias a
las colonias. El primer paso para salir de la pobreza es dejar de ser colonia,
independizarse, desmundializarse. Eso hizo EEUU en el
pasado. Se emancipó de la metrópoli, creó su propia moneda y renegó del libre
cambio. Ningún país ha podido industrializarse sin adoptar, al menos durante
una etapa, un cierto proteccionismo. Ningún país ha podido nunca desarrollarse
sin controlar el flujo de capitales.
La mayoría de las naciones de América Latina
dejaron de ser colonias españolas o portuguesas y pasaron a ser colonias
yanquis. Argentina ahora está globalizada y por eso es colonia de los mercados
financieros. Carece de autonomía y de política económica. Encerrada en el estrecho
corsé de la globalización, se debate impotente en un cúmulo de contradicciones.
La paridad fija entre el peso y el dólar, que viene impuesta por los intereses
de los inversores extranjeros y de los nacionales endeudados en dólares,
implica una progresiva apreciación real de su moneda que deteriora aún más la
competitividad, dificulta la industrialización e incrementa el déficit
exterior. Venta de las grandes empresas públicas a compañías extranjeras, fuga
de capitales, privatización de las pensiones, ausencia de un sistema fiscal
progresivo y el gran volumen de la deuda externa conforman un escenario del que
es imposible escapar. Sólo queda la receta de siempre, el ajuste; pero cada
ajuste deprime todavía más la economía y exige un nuevo ajuste, que resulta
cada vez más difícil de aplicar. Los piqueteros están poniendo el país patas
arriba. Hay que ser consecuentes. Ambito financiero,
diario que actúa de portavoz del capital, ha sido tajante: «Este ajuste no se
impone sin estado de sitio». Suspensión de garantías constitucionales. Ahí, ahí
termina siempre la globalización.