España es diferente

Los que ayer hablaban del crecimiento estable y perpetuo y proclamaban la muerte de los ciclos, hoy anuncian la esclerosis económica de Europa y proponen recetas para evitarla. Claro que las recetas son en extremo monótonas. Siempre iguales, en tiempo de bonanza como de recesión. Liberalización de los mercados. ¿Aun más?, habría que preguntarse. Aunque bien mirado los mercados nunca se liberalizan, o los controla el Estado o alguna que otra empresa.

El pasado fin de semana, en el Foro Ambrosetti, Aznar explicó, según dice, los logros económicos de España. Y es que España es diferente. Para las grandes empresas españolas no hay crisis. Por eso, independiente de lo que pase en bolsa, en el primer semestre de este año Telefónica incrementó sus beneficios con respecto al mismo periodo del año anterior en nada menos que un 16% y Altadis, heredera de Tabacalera, en un 34%; y qué decir de Repsol que ganó 207.150 millones, casi un 9% más, y se configura como la primera empresa española por cifra de beneficios.

España, sin duda, es diferente, porque mientras la mayoría de los grandes bancos europeos reducían en el primer semestre sus benéficos, en nuestro país los dos más importantes el BSCH y el BBVA eran incólumes a la crisis e incrementaban los suyos en un 33% y 24%, respectivamente. Tampoco parece que haya crisis para los grandes almacenes españoles ya que Hipercor y Carrefour España son los grupos de distribución más rentables del mundo.

Asimismo, España es diferente en las remuneraciones de los trabajadores. También en este concepto se aleja de Europa. Bien es verdad que aquí la tendencia es más bien la opuesta. Según datos de Eurostat, en el primer trimestre del año, los salarios reales crecieron por término medio en Europa un 0,8%. En España, por el contrario, se redujeron en el -0,5%, perdiendo por tanto poder adquisitivo.

La diferencia está clara. Estamos a la cabeza de Europa en los beneficios de las grandes empresas y a la cola en las retribuciones de los asalariados. Aunque después intentarán convencernos de que son los salarios los responsables de que nuestra inflación sea mayor que la europea.

Tal vez a esto se refería el gobierno cuando hablaba de la muerte de los ciclos económicos. No hay ciclos porque, estemos en la fase que estemos, las empresas siempre ganan y los trabajadores siempre pierden.